La variedad de riesgos relacionados con la exportación del aceite de oliva, que surgen de la propia celebración del contrato o de los pagos anticipados por el importador al exportador ha dado origen a diferentes tipos de garantías. Algunas (licitación, ejecución o mantenimiento) se corresponden con las distintas fases del contrato y otras (pago anticipado) garantizan otro tipo de obligaciones. En todo caso, los riesgos que quedan cubiertos determinan el ámbito y el propósito de la garantía.
Para que el exportador pueda estar seguro del cobro del importe de la venta del aceite de oliva, dispone de las siguientes opciones:
De otro lado, el importador también cuenta con garantías para asegurarse el cumplimiento del contrato por el exportador de aceite de oliva. Se trata de las siguientes:
Garantía de Funcionamiento: tiene como finalidad asegurar un pago al comprador para el caso de que el vendedor incumpla con sus obligaciones contractuales, bien en la forma o bien en el tiempo. Es posiblemente el tipo de garantía más utilizado en el comercio internacional. su importe habitualmente se fija en un 10% del valor del contrato, aunque puede oscilar entre un 5% y un 20%. Su función es asegurar los intereses del comprador, de forma que reciba exactamente lo acordado contractualmente.
Este tipo de garantía puede ser complementaria al crédito documentario, ya que este último asegura el cobro al vendedor. Su contenido puede establecerse respecto a la entrega de la mercancía según las condiciones acordadas; o bien hacerse extensivo a otros condicionantes como instalación o reparación durante el periodo de garantía.
El exportador de aceite de oliva cuenta con otras garantias para asegurar el riesgo de la venta internacional:
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